Internet de las Cosas: lo manejamos día a día, pero no lo conocemos

Una de las tendencias más fuertes del 2021

Mit Mut busca adentrarse en los avances del IoT a través de Odoo y de sus talentosos colaboradores.

Introducción

Con el paso de los años, los objetos conectados a una red crecen día a día y se prevé que así continúen.  Esto es el intenet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la digitalización de objetos cotidianos a través de una red de internet. Se podría decir que es más una conexión de objetos, que da lugar a una conexión de personas.

Si bien hace algunos años las conexiones se limitaban a computadoras y celulares, actualmente encontramos tabletas, relojes,  cámaras de videovigilancia e incluso electrodomésticos, por mencionar algunos. Es un escenario digital formado por objetos, que pretende que todo sea inteligente a través del manejo de grandes cantidades de información. También, es un mercado cuyas cifras son exorbitantes, pero que tiene muchas ventajas, además de plantear nuevos desafíos tecnológicos, sociales y de seguridad.


Objetivo del IoT



Actualmente normalizamos tanto el hecho de tener cualquier tipo de dispositivo conectado a una red que pasamos por alto el hecho de que esto pudiera tener un objetivo, aparte de las facilidades de comunicación obvias: el IoT plantea contar con la mayor cantidad de objetos conectados a internet de manera permanente, para mejorar su funcionamiento y sus utilidades. También se pretende que existan conexiones para objetos que faciliten su integración, para lograr que todo lo que nos rodea sea “inteligente”. 


Hoy por hoy se busca no sólo el bienestar del individuo con el IoT, sino también el colectivo, en su sentido más literal. El mejor ejemplo de esto son las llamadas "Cuidades inteligentes", que adoptan esta tecnología para hacer camino hacia sociedades más sustentables, funcionales, e incluso ecológicas. Muestra de ello son Tokio, Dubai o San Francisco. En Lationamérica el ejemplo perfecto es Buenos Aires.





Funcionmiento del IoT


Cuando hablamos del internet de las cosas, es fácil olvidarse de que es un sistema complejo, que consta básicamente de tres componentes:


  1. Los dispositivos

  2. La red

  3. La gestión de datos


Los dos primeros puntos son bastante claros, ya que hemos hablado de ellos desde el principio, pero el factor que pocas veces es tomado en cuenta es el de la gestión de datos, que propiamente hablando, se refiere al manejo de la información recopilada a través de los dispositivos conectados. Estos datos tienen diversas finalidades, desde mejoras en los propios dispositivos hasta estudios de comportamiento de mercado. 

La información es esencial para el desarrollo tecnológico, por lo que no es de extrañar que sea uno de los grandes motores de la economía actual, a la vez que se deben tomar en cuenta los problemas que eso conlleva. El auge del IoT también ha llevado a una explosión de datos, cada vez más numerosos, lo que ha obligado a que las tecnologías en cuestión de seguridad sean más eficientes para reducir su susceptibilidad a ser robados. De eso hablamos en el siguiente apartado.



Impacto del IoT

Más allá de las posibilidades que implica el IoT, este ha cambiado la manera en la que vivimos. La conexión que se crea entre los objetos parte del IoT y nosotros es un campo amplio, prometedor, que crea uniones con la tecnología artificial  y que a la vez impulsa sus propias fronteras.

Mientras nos rodeamos del IoT, nos precupamos por el manejo de datos personales, por el acceso de las compañías a nuestra información, llegando incluso a pensar en espionaje cibernético. La realidad es que si bien el IoT es producto de la necesidad social actual, también lo son nuevas legislaciones al respecto, resultado de la tan codiciada red de infomación. Si bien actualmente contamos con leyes de protección de datos en cualquier sitio web (al menos si es un sitio confiable), nos preguntamos ¿Dónde está el límite? ¿Quién lo define, y lo protege? Las nuevas tecnologías y tendencias necesitan de nuevas legilaciones de regulación y uso.



También es importante destacar el golpe al ambiente natural que esto genera. Aquí hay una pregunta de reflexión: ¿Alguna vez se ha preguntado sobre el impacto ambiental de tener un celular de última generación?

Debido al impresionante manejo de información, las empresas de gestión de datos deben recurrir a servidores gigantescos para realizar su trabajo, lo cual deja una huella de carbono equiparable a la de grandes empresas manufactureras.  Y no hay que dejar de lado la explotación directa del ambiente, que se genera cuando nuestra sociedad consume aparatos cada véz más avanzados, con mejores prestaciones y características, que entran al ciclo del IoT.



A pesar de que no pretendemos emitir juicios al respecto, reconocemos que el impacto como sociedad y como ecosistema es más grande y complejo de lo que generalmente sabemos.




Mit Mut y el IoT


Mit Mut desde sus inicios se ha definido como una empresa que busca estar a la par de los avances tecnológicos, muestra de ello es Odoo: el programa adaptable que cambia con la tecnología y con su negocio.


Actualmente buscamos formar alianzas con desarrolladores de tecnología de integración IoT que permitan posicionar, a nosotros y a Odoo, como un jugador presente en las tendencias tecnológicas aportando soluciones a la medida del mundo en constante cambio.






Conclusión


La modernidad nos provee de nuevas maneras de adentrarnos en la tecnología, cada vez encontramos nuevos puertos de acceso a las redes y las aprovechamos para beneficiarnos, sin embargo, a veces desconocemos la importancia de dichas interacciones y su impacto. El Internet de las cosas está presente alrededor de nosotros, convivimos día a día con él, basamos muchas de nuestras decisiones y acciones apoyados del IoT.

La necesidad de saber a qué tecnología le damos acceso a nuestra vida y a qué nos enfrentamos al hacerlo es crucial para tener un manejo inteligente del mismo. Informémonos sobre los avances que nos acompañan día a día y no caigamos en el error de ser esclavos de ellos, sino de hacerlos nuestros acompañantes. 

 




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